Pablo Castrillo: la habitación correcta - Ciclismo a Fondo
Su tercer puesto en el reciente Tour de Langkawi confirma el potencial del ciclista oscense del Kern Pharma, de 22 años. En su primera temporada como profesional ha llegado mucho más lejos de lo que e
Su tercer puesto en el reciente Tour de Langkawi confirma el potencial del ciclista oscense del Kern Pharma, de 22 años. En su primera temporada como profesional ha llegado mucho más lejos de lo que esperaba. Esta es su historia.
24 de octubre de 2023 (12:45 CET)

"¿Nunca cruces esa puerta, me oyes?", le repitió. Él asintió casi de forma asustadiza. Nunca nadie le había dado ese consejo. Tan directo pero tan personal a la vez.
Pablo vive en Jaca, la parte de Aragón que mira más de cerca a las montañas.A pesar de las fechas, el frío aun no ha visitado la zona. Mucho mejor para él, porque apenas hace unas horas que ha vuelto de un sofocante viaje por Malasia, de correr el Tour de Langkawi, prueba de categoría UCI 2.Pro. Allí todo fue bien. Quizás incluso demasiado. La víspera del día más señalado durmió mal. Estaba nervioso. Como en la víspera de un examen. Como si hubiese estudiado tanto que la inseguridad de las pequeñas dudas parecían querer empujarle a imaginar escenarios no deseados.
Nada de eso ocurrió. Bueno, al principio sí. Cuando el EF Education-EasyPost puso aquel ritmo extenuante en el inicio de las empinadas rampas de Genting Highlands (8,8 km al 8,6%). Pablo tuvo que perder unos metros para no terminar sin aire. Además, aquel calor tropical podía jugar en su contra. Fueron tan sólo un par de minutos, los suficientes para rehacerse e ir en busca de Simon Carr y Jefferson Cepeda. Cuando llegó a su altura incluso se atrevió a desafiarles, aunque fuera efímeramente. Juanjo Oroz siempre le había dicho que no importaba que no fueran un equipo World Tour, que tenían un dorsal igual que ellos. Y que su mejor arma era la valentía, la ausencia del miedo a perder.

Tan sólo lleva un año como profesional. Juanjo le dijo que lo iba a ser tras ganar el prestigioso Memorial Valenciaga de aficionados el año pasado. Entonces se puso muy contento. Aunque no podrían estar los dos. Pero si estaba allí, era gracias a él. A aquel consejo. A no haber abierto aquella puerta. Aunque hubiese estado tentado desde hace años.
Su paso a la categoría amateur no fue fácil. En Juniors ganaba carreras. El año siguiente, por culpa de la pandemia, de las pocas que corrió apenas consiguió terminar un puñado de ellas. Pensó que no valía para la bicicleta. En 2021 tampoco mejoró mucho la situación. Además, veía que algunos compañeros del pelotón amateur sí que daban el salto. Pero si estaba allí era por su hermano mayor Jaime. De pequeñito siempre le había ido a ver a las carreras, sobre todo a las que corría en el País Vasco con el Lizarte. Por eso dio el paso de animarse a correr.

Jaime pasó a profesionales después, pero llegó un momento en el que dejó de disfrutar. Entonces sucumbió. Abrió aquella puerta, la que ocultaba una habitación sin ventanas. Amueblada en ansiedad. Ambientada en una presión tan atenazante como inclemente. Pintada en una oscuridad que le cegó hasta hacerle dejar la bicicleta porque ya no la disfrutaba. Porque necesitaba un cambio para ser feliz.
Pablo también ha conocido días duros como profesional. La última vez fue tras la disputa de la Volta a Cataluña. Consiguió terminarla llegando a cada línea de meta en el grupo de los más rezagados. "Son los World Tour, gente experimentada, ya crecerás", escuchó de su hermano.
En Kern Pharma, su actual equipo, el lema es la humildad. El trabajo en grupo en favor del compañero más en forma en ese momento. La amistad como bálsamo ante el sufrimiento que imprime la carretera o la exigencia de una vida dedicada al auto-cuidado extremo. Antes que los triunfos, prima el crecimiento. El peso nunca oprime a los más jóvenes.

Sin embargo, en sólo un año, ha llegado mucho más lejos de lo que esperaba. En la Vuelta a Burgos viajó en el grupo de los favoritos, el que comandaban Adam Yates y Primoz Roglic durante la ascensión a Picón Blanco. Y en la exigente etapa de Lagunas de Neila pasó por Palacios de la Sierra, su otro pueblo familiar, escoltado por sus amigos que jalearon su nombre igual que él y su hermano lo hicieron de pequeños al ver la carrera pasar.
Hoy su hermano Jaime le acompaña como masajista del equipo. Consiguió salir de aquella habitación tan oscura y cerrar la puerta para siempre. Se encontró como persona y volvió a ser feliz. Siempre se ha puesto delante de aquella puerta para que su hermano pequeño nunca tuviera la tentación de abrirla. Su gran logro ha sido inculcarle su experiencia. Contribuir a que Pablo haya cerrado un año prometedor. Alejado de las penurias de un neo-profesional. Albergado en la habitación correcta.