Hijo de Javier Murguialday -ganador de una etapa del Tour de Francia en 1992- Jokin cumple su tercera temporada en el Caja Rural-Seguros RGA, donde se está abriendo su propio camino en el ciclismo pro
26 de septiembre de 2023 (13:06 CET)
Su sonrisa es nerviosa, se diría incluso empujada por la timidez, como la de los niños antes de coger confianza dos minutos después. Entonces se le intuye fresco, como el aire que hoy circula por las calles empedradas de Agurain, ubicado el corazón de Álava. En una de esas callejuelas espera su Mini Cooper SR 53, a juego con su estética moderna representada por un peinado que algunos de sus compañeros tildan de “mohicano”.
Está contento, los lunes son de relax, de tomar un café con los amigos y desconectar del trabajo de toda la semana. Y por que el codo ya no le duele. Se lo magulló en una caída en la Vuelta a Burgos. Aquel día el pelotón se estresó con el aire. La tensión llevó a dos corredores que iban delante de él a hacer un afilador. Uno de ellos cayó delante de él. Sólo recuerda salir disparado de su bicicleta segundos antes de que otro ciclista hiciera lo propio sobre él.
El golpe también le afectó la cadera, aunque lo que más le dolió fue ver como se esfumaban sus posibilidades de ir a la Vuelta a España. En ese momento era el primer suplente.
A su padre también le dolió. Sabe de sobra lo mucho que cuesta correr una. Él sí que la corrió. Aunque lo que no le cuenta a su hijo es que era muy bruto, sobre todo bajando, y que en una crono por equipos de una Vuelta a España tiró a todo el equipo porque se empeñó en pasar apurando por una curva pegada a la playa donde había demasiada arena como para arriesgar. O eso le contó Eladio, su preparador.
Javier siempre había querido que su hijo siguiera sus pasos. Al principio le daba demasiados consejos que a Jokin le costaba asimilar, pero cuando le pusieron de Director de su equipo a Jokin no le quedó otra que escucharle. Javier ganó una etapa del Tour, en 1992, aquella en la que precisamente por bruto descolgó a Virenque bajando el Marie Blanc camino de Pau, aunque no lo recuerde mucho en casa. Desde entonces a Jokin le colgaron el sambenito de tener que ser como “El hijo del Murgui”. Sin embargo, desde hace unos años, a Javier le preguntan si es el padre de Jokin.
El pequeño de los Murguialday se ganó su propio camino el día que Juanma Hernández, mánager del Caja Rural-Seguros RGA le dijo en el año de la pandemia que estuviera tranquilo, que en 2021 le subirían del filial a la estructura profesional del equipo.
En ese momento la vida de Jokin cambió. De pelear cada carrera en amateur a pegarse por terminar las primeras que disputó en Francia donde, sin darse cuenta, seguía con su actitud de amateur peleando posiciones en cada repecho.
Posteriormente llegaron las convocatorias importantes. El griterío inconfundible de la afición vasca en la Itzulia. Nunca olvidará su primera participación. La agonía de cerrar un grupo principal del que tiraba Jumbo-Visma en persecución de Carlos Rodríguez y Marc Soler. No entendía cómo se podía ir tan rápido en una fuga como en persecución. En su segunda participación le tumbó su enemigo más íntimo: la alergia que no conoció el año anterior.
Dicen que las peores batallas se libran contra la presión. A él no le afecta. Hace tiempo que desde fuera no le comparan con su padre, que no le llaman “el hijo de ´Murgui`”. Y desde el equipo tampoco le obligan a crecer rápido como las grandes estrellas que salen ganando carreras por la tele. Si los entrenamientos son fructíferos, si dan buenos números, no tiene de qué preocuparse.
Jokin sigue disfrutando de los pequeños placeres de ser ciclista: las concentraciones con el equipo, como aquella en los Pirineos de 2020 donde iban como locos cada día, o las pretemporadas de Benidorm con su correspondiente parada diaria al café.
Hoy ha sido un día de esos. Un lunes tranquilo con un café por delante. De recordar cuando era el hijo de “Murgui”. A “Murgui” en cambio le toca asimilar que ahora es “el padre de Jokin”. Seguro que lo hará con mucho orgullo, aunque su astilla aún no haya podido disputar La Vuelta. Langkawi espera.