El Jumbo-Visma firma un triplete histórico en el Tourmalet con el danés ganando la etapa y Kuss y Roglic entrando segundo y tercero. Evenepoel se hunde por...
8 de septiembre de 2023 (19:35 CET)
Y es curioso que lo diga él, que tan fácil, tan majestuoso y con tanto poder doma la cima del Tourmalet. Es la segunda vez que el danés escala hasta aquí arriba, a los 2.115 metros que tiene de altura la meca del ciclismo, la montaña más mítica del mundo de la bicicleta. La anterior, hace unos dos meses durante el Tour de Francia fue por la otra vertiente, la de la Mongie, donde no pudo aunque lo intentó soltar a Pogacar, que acabaría ganando aquella etapa en Cauterets. Esta vez, por Bareges no esperó. Le permitieron, además, volar. A ocho kilómetros de la cima cambió el ritmo y nadie pudo seguirle. Y luego atacó Sepp Kuss, y también se marchó Roglic. Y en ese orden entraron en la meta del Tourmalet. Primero, segundo y tercero. Triplete.
Vingegaard ya tiene un triunfo de etapa, y qué etapa. Ahora los tres líderes del Jumbo corren con los bolsillos llenos. Kuss venció en Javalambre, Roglic en Xorret del Cati y el ganador del Tour de Francia, en el Tourmalet. El Jumbo-Visma es una maquinaria engrasada a la perfección que funciona igual. Sin fisuras. No hay egos, o no lo parece. “Nos basta con que uno de los tres ganemos la Vuelta”, no se cansan de repetir. “Pero esto no es como jugar a la Play, no podemos decidir quién gana”, añade Vingegaard.
La fortaleza con la que corren ha obligado a Enric Mas a desdecirse de sus palabras en la jornada de descanso, cuando afirmaba que “los Jumbo no eran tan superiores”. No hubo más que esperar a la primera gran jornada de montaña de esta Vuelta, la que todo el mundo llevaba esperando desde la pandemia, para comprobar que el balear erró en sus pronósticos. Él y Ayuso estuvieron sublimes. En el lugar de los mortales. Porque más allá, es imposible. A día de hoy, impensable.
El que se hundió fue Remco Evenepoel. En las rampas del Aubisque, el segundo puerto del día, el belga explotó y no olió la cabeza de carrera más. 27 minutos le cayeron en el Tourmalet. En la siguiente subida, el que será su próximo compañero en el Soudal-Quick Step, Mikel Landa, quería animar el cotarro. Puso a sus Bahrein a endurecer la ascensión, formaron el corte y arrancó. “Pensaba que se sumarían Soler, Mas…alguno de estos”. Pero el que se pegó a su rueda fue Jonas Vingegaard. La superioridad del Jumbo es tal que pueden salir a todos los palos. Jugar a todas las jugadas. Vamos, como si fuese una Play Station.
Por momentos Mikel sueña cuando ve al danés a su lado. “Pero enseguida me ha dicho que no iba a entrar a tirar”. Quieren esperar al Tourmalet para reventar la Vuelta a España. Y el plan, que era ganar la etapa, lo ejecutan a la perfección. “Tuve que atacar el primero”, cuenta Vingegaard. Y nadie le sigue. ¿Quién iba a poder?
Si acaso alguno de los suyos, que obviamente respetan su movimiento. En el Jumbo no hay lucha de egos, no hay guerras internas. “Tengo muy claro que no lucho contra mis compañeros, hay muchos más rivales”. Está Landa que pena y aguanta como puede a loa tirones, el primero de los favoritos que sufre y se descuelga, está Ayuso, con su tremenda inteligencia. Dosificar y lee a la perfeccion la subida en la primera vez que escala hasta el Tourmalet. Se regula. Sabe lo que hay delante, un miura matador frente al que no hay nada que hacer.
Y está Enric Mas que cuando salta Kuss lo intenta demarrar pero es inútil. Triplete en la etapa y en la general. “Cada día que pasa, en la crono y en las etapas de montaña me va confirmando que soy capaz de ganar esta Vuelta”, cuenta Kuss en la rueda de prensa. “Hoy tuve buenas piernas y en cada momento sentía que podía atacar”.
El show del Jumbo-Visma sigue, “aunque para el espectáculo quizá es un poco agridulce ver a un equipo tan fuerte en las tres primeras posiciones de la general”, acepta Kuss. “Pero la manera en la que hacemos la carrera es interesante. Hay equipos fuertes como el UAE pero para nosotros la diferencia es el trabajo en equipo que hacemos y la manera en la que corremos”.